¿Cómo saber si la carne de res está en mal estado? Hay ciertas señales que debes tener en cuenta que te indicarán si una carne está dañada.
Es posible que un corte de carne de res se eche a perder incluso estando en el congelador.
Si lo guardaste demasiado tiempo, o si lo hiciste de forma incorrecta, ten por seguro que la carne se estropeará.
Muy aparte del mal sabor que tendrá una carne en mal estado, también puede provocarte una intoxicación alimentaria debido a las bacterias presentes en los alimentos que se dañan.
Acá te explicaremos cómo detectar una carne dañada y te daremos valiosos consejos para garantizar que tu carne no se estropeé y se conserve mejor.
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5 señales de que la carne está en mal estado
Estas son las cinco señales infalibles que te indicarán si tu carne está dañada o no:
Pasado de la fecha de caducidad
Esta es una de las maneras más obvias de evitar un corte dañado. Cuando estés en el supermercado o en la carnicería, siempre verifica la fecha de caducidad para asegurarte de que la carne no caduque cuando planees cocinarla.
Ten en cuenta que hay una diferencia entre una fecha de caducidad y una fecha de consumo preferente: La fecha de caducidad le dice al vendedor cuánto tiempo tiene para venderlo a un cliente, dándole suficiente tiempo para usar la carne.
La fecha de caducidad es la fecha exacta en la que el consumidor debe utilizar la carne.
En algunos casos, puede ser aceptable que el consumidor coma la carne uno o dos días después de la fecha de consumo preferente, pero es mejor pecar de precavido y no esperar más que el día anterior.
¿Está viscoso?
Una de las maneras más fáciles de detectar una carne en mal estado es por la presencia de baba.
Una carne dañada es viscosa. Cuando lo toques, notarás una película viscosa en la superficie. La baba es resbaladiza y pegajosa, lo cual es un signo de un filete rancio a días de que le falte moho.
El moho es un indicativo de que la carne fresca ha absorbido bacterias y ya no es segura para comerla.
Es posible que algunos filetes no se vean viscosos, pero tendrán un color extraño.
Está descolorido
Puedes notar que la carne ha cambiado de color y se ve marrón, amarillo o incluso verde. También puedes notar algunos puntos de decoloración.
Dos proteínas dan color a la carne: la mioglobina y la hemoglobina. La mioglobina le da a la carne su color rojo y la hemoglobina está en la sangre.
Después de cortar al carne, la mioglobina comienza a reaccionar con el oxígeno y adquiere un color rojo púrpura.
Después de exponer la carne en rodajas al aire durante aproximadamente media hora, adquirirá un tono rojo cereza.
La siguiente etapa ocurre tres días después, cuando la mioglobina se oxida y colorea la carne de color marrón. En este punto, es seguro comer la carne.
El hecho de que la carne haya cambiado de color no significa que esté podrida.
Pero debes buscar oscurecimientos y manchas significativas en el corte para determinar si está malo.
¿Está seco?
Si un filete está seco, lo más probable es que esté malo.
Una carne seca, arrugada y deshidratada revela que sus mejores días quedaron atrás.
Pero, el hecho de que un filete esté seco no significa que te vaya a enfermar.
La sequedad afectará la textura y el sabor de la carne cuando la cocines, a menos que esté muy veteado.
Una vez que la carne se exponga a las bacterias, causará un deterioro prematuro, moho y un olor desagradable.
¿Cómo huele?
El olfato es una de las maneras más fáciles de detectar una carne en mal estado.
Notarás una diferencia significativa entre el olor de un bistec fresco y uno que está dañado.
Si una bocanada del corte de carne te hace estremecer, probablemente la carne no esté bien. Un filete en mal estado tendrá un fuerte olor a amoníaco.
Ten en cuenta que los filetes añejados en seco tampoco tienen un sabor agradable, pero eso no significa que sean malos.
Debido al ácido láctico que se libera durante el proceso de maduración, un bistec añejado en seco puede oler a queso. Con un bistec curado en seco, el olor no siempre es la mejor manera de saber si está malo.
Deberás buscar otros signos, como decoloración o la viscosidad.
Ver también: ¿Cómo saber si un pollo está en mal estado?
Consejos para conservar un corte de carne
La forma más fácil de evitar una carne rancia es envasarlo al vacío antes de meterlo en el congelador.
Si lo haces, conservará los jugos necesarios para retener la humedad natural del filete y evitar que las bacterias entren en la carne.
Tener una envoltura hermética en la carne es la diferencia entre disfrutar de un corte suculento o tirarlo porque está viscoso o descolorido.
Además del almacenamiento, también debes asegurarte de que la carne no pase su fecha de caducidad.
Usa una lista para documentar la fecha en que colocaste la carne en el congelador y su fecha de vencimiento para evitar ese desafortunado descubrimiento.
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